Línea continua con altibajos:
Representa los altos y bajos de la vida, simbolizando resiliencia y la capacidad de seguir adelante.
Un pequeño triángulo invertido:
Asociado con la feminidad, el agua y la conexión emocional, este símbolo es simple pero poderoso.
Un punto y una línea vertical:
Simboliza el equilibrio entre lo terrenal y lo espiritual, un recordatorio de encontrar armonía en la vida.
Tres líneas paralelas:
Representan unidad, equilibrio y fuerza. Perfecto para quienes buscan estabilidad en su vida.
Una luna creciente:
Conecta con ciclos y transformaciones. Ideal para alguien en un momento de cambio o reinvención.
Una ola simple:
Representa la fluidez y la capacidad de adaptarse a cualquier situación.
Un corazón minimalista con líneas rectas:
Simboliza amor puro y auténtico, ya sea hacia uno mismo o hacia alguien especial.
Una estrella de cuatro puntas:
Representa guía y orientación, como un recordatorio de que siempre hay luz en los momentos oscuros.
Un círculo roto:
Simboliza la apertura a nuevas oportunidades y el cierre de ciclos importantes.
Una flecha hacia arriba:
Representa el enfoque, la intención y avanzar hacia adelante, dejando atrás lo que no sirve.